En el mes de mayo nos acercamos en el Camino a la Capilla de San Matías de Veral en Lugo. Es una capilla de grandes proporciones, de más planta que alguna Iglesia parroquial. Cercana la fuente del Santo, que es un sarcófago, donde antaño se iban a lavar las partes dolientes los romeros devotos del Santo Matías.
14. No te pude ver
Tema publicado con la autorización de «Brotes de Olivo»
«Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, emigrante y te acogimos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte?…» (Mt 25, 37)
Nos hemos acostumbrado a verlos: mendigos, alcohólicos, heridos de alguna suerte de maltrato o violencia, refugiados con la casa a la espalda. A la intemperie y sin hogar al que regresar… Formando parte, casi, del mobiliario urbano, están a años luz de nuestros intereses. Ya no nos quitan ni el hambre ni el sueño. Viven opacos, ajenos, terriblemente distantes.
Sin embargo, el mapa de nuestro mundo no está completo si no abrimos los ojos y el corazón a esas realidades, comprendiendo que sus vidas y las nuestras están vinculadas en lo profundo. Porque Jesús, rostro humano de Dios, se hace presente en cada debilidad humana y nos invita a una acogida incondicional. Respondiendo al dolor con compasión, al prejuicio con abrazo, a la exclusión con apertura. Desde un amor sin negociación.
«Sería ilusorio, inútil e incluso blasfemo declarar que somos testigos de Dios si no nos implicamos en actividades prácticas para reparar la injusticia.» (Jon Sobrino)
Susana Melero Leal
Señalizando
Obra: Mojones de señalización de los Caminos de Santiago
Os resultará una de las obras más conocidas hasta el momento… No por su calidad artística o por la firma de su fábrica, sino porque os la habréis encontrado en cualquier rincón de cualquier camino que conduzca a Santiago de Compostela.
La foto que os propongo recoge una serie de mojones dispuestos en fila situados en la provincia de Palencia, a lo largo del Camino francés.
Estos mojones, realizados siguiendo las formas de aquellos que se habían empleado para señalizar las carreteras, pueden ser de piedra o cemento, y llevan representada la concha amarilla sobre fondo azul.
Un Paso desde el Gregoriano hasta Bach
En éste tiempo de Pascua («paso»), quiero comenzar mis publicaciones compartiendo con vosotros dos obras musicales:
1) la de la secuencia del Domingo de Pascua (y de toda su octava), Victimae Paschali Laudes (“Ofrezcan los cristianos”), sin duda una de las piezas gregorianas más importantes para este tiempo litúrgico.
La composición se atribuye a Wipo de Borgoña, un monje del siglo XI, aunque no se sabe con certeza quién fue su autor. Dado que es una secuencia, se canta (o se proclama) antes del Evangelio. Actualmente, encontramos cuatro secuencias, de las que dos son obligatorias: “Victimae Paschali laudes” para Pascua y “Veni sancte spiritu” para Pentecostés; y dos opcionales: “Lauda Sion” para el Corpus y “Stabat Mater” para el 15 de septiembre (memoria de la Virgen de los Dolores).
San Marcos: la valentía de un evangelista
El convento de San Marcos es una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad española de León junto con la catedral, la basílica de San Isidoro y la Casa Botines. Se encuentra hoy convertido en parador, además de iglesia consagrada y Museo de León, siendo uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español.
Continuar leyendo «San Marcos: la valentía de un evangelista»
13. En comunidad
Tema publicado con la autorización de «Almudena«
«La multitud de los creyentes tenía una sola alma y un solo corazón«. (Hechos, 4,32)
Con cuánta frecuencia, en las horas bajas, nos basta la sola presencia de personas amigas para mejorar. Ni consejos que no se piden ni remedios-milagro, sólo saber que siguen ahí, sosteniendo con su cariño, acompañando con su silencio, ocupándose de lo que verdaderamente necesitas… Son tu gente, esa con la que siempre te puedes sentir «a salvo».
Con sus gestos de hogar, ponen una luz de resurrección donde todo parece negrura.
Y Jesús se hace presente, aunque ni lo intuyamos, en esa cotidianidad compartida donde nos hermanamos. Si Él está, los bienes, los sentimientos, las búsquedas , la vida… se ponen en común. Caen los privilegios y las fronteras y se diluyen las hostilidades, porque Cristo siempre trae la paz. Y con ella, la alegría, la esperanza, la generosidad, la sencillez…
Nace la comunidad, espacio horizontal de fraternidad, crecimiento y anuncio de un modo nuevo de habitar esta tierra.
Susana Melero Leal