Un peregrino en Parthenay

Obra: Peregrino (Place de Vauvert, Parthenay, Francia); material: bronce, autor: Etienne; año 2012

He pasado un buen rato contemplando esta escultura. Me ha cautivado la delicadeza de las líneas de bronce, más propias del Renacimiento que del acelerado siglo XXI. Todos los pensamientos, sensaciones, palabras… buscan ordenarse para, si es posible, escribir un par de las muchas cosas que me gustaría decir de ésta obra.

El autor (uno de los escultores franceses contemporáneos más conocidos y reconocidos), busca que los peregrinos se sientan reflejados en ella, al bordearla. Pero al acercarse, es inevitable que te asalten las preguntas: ¿Por qué una lámina de bronce y no una escultura de bulto redondo? ¿Son máscaras o rostros? ¿Qué relación tienen los pájaros con el resto de la composición? ¿Por qué el ropaje del peregrino se asemeja a las alas de un pájaro (o a lenguas de fuego)? ¿Qué significan los tres rostros?

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Assumpta est Maria

En el mes de agosto tiene lugar una de las celebraciones más solemnes de la Iglesia: la Asunción de la Virgen María, que fue definida como dogma de fe por el papa Pío XII en el año 1950. La Asunción se refiere cuando el cuerpo y el alma de María suben al cielo al final de sus días. Muchos teólogos piensan que la Virgen murió para asemejarse a Jesús, pero otros sostienen que ocurrió el “Tránsito de María” o “Dormición”, que se celebra en Oriente ya desde los primeros siglos. En lo que ambas posturas coinciden es que la Virgen María, por un privilegio especial de Dios, no experimentó la corrupción de su cuerpo y fue asunta al cielo, donde reina y vive gloriosa, junto a Jesús.

Precisamente, una de las antífonas de las Vísperas de la Asunción dice: Assumpta est Maria, in coelum. Gaudent angeli, laudantes benedicunt Dominum, que puede traducirse como “María asunta a los cielos. Los Ángeles se alegran mientras alaban y bendicen al Señor”.

Con este texto sacado de la antífona mariana, el gran compositor italiano G. P. da Palestrina (compositor renacentista de música religiosa católica, reconocido por sus composiciones polifónicas) nos dejó esta pieza musical que hoy os presento: un Assumpta est Maria, a seis voces.

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Santo Domingo: el rosario de la vida

Caminando por la Calle Real de Castrojeriz nos encontramos con la iglesia de Santo Domingo. Esta edificación es de estilo gótico y aunque sus bóvedas son del siglo XVIII, se hicieron con unos patrones antiguos. Anteriormente tenía un alfarje mudéjar que recubría sus techos. Este fue sustituido por el actual abovedamiento de piedra.

Lo mas bello que posee este templo es sin duda la portada de estilo gótico plateresco español.

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17. La verdad de nuestro andar

Tema publicado con la autorización de «Manolo Copé»

«… Y a donde yo voy ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí». (Jn 14, 1-6)

No siempre caminamos, aunque se muevan nuestros pies. Hay senderos amables, adecuados en apariencia pero que se truncan o terminan en un punto y no nos conducen a ninguna parte. Y otros laberínticos que se agotan al recorrerlos, porque tampoco tienen puerta de salida. A veces transitamos también vías rápidas, muy amplias donde no pisamos el suelo y el sentido del viaje se pierde … Porque caminar es avanzar, con conciencia de cada paso y con un horizonte claro al que dirigirnos.

Pero Jesús nos saca de las ensoñaciones y despistes con una rotundidad aplastante. No lo muestra o lo relativiza: Él es el Camino. Estar con Él y en Él es garantía de seguridad. No nos perdemos si vamos por Él.

Tampoco nos dice la verdad; Él es la Verdad. Y hace nuestra vida auténtica si está presente en ella. Haciendo nuestra ésta afirmación caminaremos en la verdad («Todo el que es de la verdad escucha mi voz» Jn 18, 37)

Susana Melero Leal

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