33. Acógelo en tu vida

 «He aquí que la virgen está encinta y dará a luz un hijo al que pondrán por nombre Enmanuel, Dios-con nosotros» (Is 7, 14)

Con la Navidad en puertas recuerdo aquel canto de mi infancia «Con vosotros está y no le conocéis…» No creo que Dios juegue con nosotros al escondite, pero algo debe haber de algún modo de esa sensación, que hasta a los discípulos generaba interrogantes: «Maestro, ¿cuándo te vimos…?(Mt 25), Y con aquel «Lo que hicísteis a cualquiera de mis hermanos más pequeños a mí me lo hicísteis», la respuesta de Jesús daba un salto cuántico por su inclusividad, integración y universalidad inusitadas. Es cierto que lo más difícil de encontrar no pocas veces  lo llevamos dentro o  está muy cerca de nosotros pero… ¿será que tenemos que encontrarlo entre todos?

Acogió María la Voluntad de Dios, tan contraria probablemente a sus planes. Acogió José a su mujer y al hijo de sus entrañas, movido por su bondad y el sostén de las palabras del ángel en sueños. Acogió Jesús de Nazaret a todas las personas excluidas que encontraba a su paso, su vida fue un canto de acogida. ¿Y la nuestra?¿Somos conscientes de que en cada ser que nos necesita Dios se hace presente?

Es tiempo de acoger. Al afín y al diferente; a lo que me cuadra y a lo que rompe mis esquemas. Porque me completa, haciéndome más humano y divino al mismo tiempo. Porque anticipa esa Humanidad nueva en la que «Dios será todo en todos» (1 Co, 15)

Acógelo en tu vida de a pie. Cuenta contigo y conmigo.

¡Viene a acompañar tu camino!

Susana Melero Leal

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32. Nueva Tierra

Tema publicado con la autorización de «Ixcís»

«Yo vi un cielo nuevo y una tierra nueva…» (Ap 21,1 )

La meta no es el final sino la constatación amable de que nuestros sueños, amasados con ahínco, consiguen la mayoría de las veces lo que se proponen. Pero si nos empinamos, emergen radiantes otros horizontes, otros retos por conquistar. Y aparecen caminos  nuevos o tal vez el de siempre, pero para recorrerlos de un modo distinto.

Queda tarea por delante. Atrás quedaron los individualismos, es tiempo de caminar juntos. Con la pasión del profeta y la convicción del testigo. Felices de entregar gratis algo de lo mucho recibido.

«Ser forjadores de paz. Buscadores de entendimientos. Ser «Shalom» en medio de violencias y enfrentamientos. Ser puerta de esperanza para todos, con mayúsculas… Que la oscuridad que te encuentres nunca pueda con la luz que llevas dentro. A pesar de que muchos intentarán apagarla, tú… sigue alumbrando.» (Fermín Negre.»Muéveme». Sal Terrae.)

MARANATHÁ, ven Señor Jesús y tráenos contigo tu Reino de libertad, justicia y fraternidad. La Tierra Nueva que está llena de tu vida y de tu paz.

Susana Melero Leal

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31. Marcharé

Tema publicado con la autorización de «Carmen Murillo»

… «Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas, las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.» (Eduardo Galeano, «Los caminos del viento»).

El camino es como una bella metáfora de la vida misma: tiene punto de partida y punto de llegada, días buenos y días malos, encuentros y desencuentros. Y se recorre en muchas y diferentes etapas.

Es bueno saber leer la propia vida como historia y los pasos que damos como camino a algún sitio. Y en cada etapa conquistada, en cada meta alcanzada, las mismas preguntas: ¿qué he aprendido? ¿ qué he vivido? y la más desconcertante de todas: ¿ahora qué?

Toca, de todos modos, agradecer. Y, recompuestos de nuevo de alma y cuerpo, comprender que la marcha continúa de otra maneraCon versos de amor en la boca y en las manos.  Liberando los pies, volviendo a volar.

Susana Melero Leal

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30. Todo va a ir bien

«La esperanza no defrauda».  No está fundada sobre aquello que nosotros podamos hacer o ser y, mucho menos, creer.  Su fundamento… es el amor que Dios mismo nutre en cada uno de nosotros. (Papa Francisco)

Todavía no ha salido el verano por las puertas y la amenazadora realidad que nos envuelve, parece sacudir bruscamente su letargo indolente: nueva escalada de contagios, aulas y negocios que se cierran, despidos, celebraciones canceladas…ilusiones por docenas que se vuelven a meter en un cajón.

Pero no podemos dejar de sonreír, aunque la inseguridad o el desasosiego amenacen con quedarse a vivir. Aunque se congelen los proyectos y la pobreza se convierta en la mayor de las pesadillas.

Todo irá bien si no lo hacemos solos sino tejiendo redes de empatía, cuidado y solidaridad. Porque «hay certezas que nos dan la libertad, que nos hablan de utopías, que contagian valentía, que nos muestran un camino por andar». Es tiempo de agrandar el corazón; absténganse mediocres.

«No podemos dejar que la tristeza venza la partida. Más que nunca, ahora, toca buscar la alegría verdadera de estar vivos y tener motivos» (Jose Mª Rodríguez Olaizola)

Susana Melero Leal

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29. Cada mañana

Tema publicado con la autorización de «Unai Quirós»

«Yendo contigo todo se espera cada mañana es nueva» (Migueli)

La vida se reestrena cada mañana y, con ella, un mundo de posibilidades. Cada día es ese odre nuevo que se abre para llenarlo de la Gracia del Espíritu, esa página en blanco donde escribir su poema.

Es también una oportunidad nueva para crecer,para ser más fiel,  superando retos y encrucijadas. El seguimiento y la fidelidad se renuevan a diario; también las fuerzas y las ganas. No vale vivir de las rentas; tampoco seguir inmovilizados porque ayer algo nos salió mal.

Con el Padrenuestro, pedimos el pan «de cada día», conscientes y confiados de que el de mañana también nos llegará de su Providencia. Día único al que «le basta su propio afán» (Mt 6, 35). Cada día, con sus luchas y cargas, pero también con sus regalos inmerecidos y su descanso. Mañana, esperanzados en lo nuevo que el amanecer nos traiga … ¡Vuelta a empezar!

«Porque a Ti te suplico, Señor, ya de mañana oyes mi voz; por la mañana te presento mi súplica y quedo a la espera» (Sal 5,4)

Susana Melero Leal

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28. De lluvia y de sol

«Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.

Dijo Dios:  – Que exista la luz.

Y la luz existió. Vio Dios que la luz era buena y separó Dios la luz de la tiniebla: llamó a la luz «día» y a la tiniebla, «noche». (Gn 1, 1-5)

Tema publicado con la autorización de «Álvaro Fraile»

Hay una dualidad que está presente en toda realidad natural y humana. No hay día sin noche o vida sin muerte, aunque a veces nos empeñemos en que sólo se concrete en una de esas dos facetas.

Los opuestos no necesariamente se contradicen sino que más bien  se complementan, interdependiendo el uno del otro, coexistiendo en perfecto equilibrio y armonía.

Todo está en cambio constante de manera natural, también las realidades humanas. Crecer en madurez implica muchas veces no alterar los cambios, sino abrazarlos con esperanza y agradecimiento. En  la naturaleza, la propia historia, las relaciones humanas…la vida, en definitiva.

Susana Melero Leal

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