Polifonía con Cristóbal de Morales

Cristóbal de Morales  (Sevilla, 1500 – Málaga o Marchena, 1553). Missa Gaude Barbara (1544).

Maestro del Renacimiento musical español junto a Tomás Luis de Victoria y Francisco Guerrero, forman el «trío de oro» de la escuela polifónica andaluza de esta época. Formado en la Catedral de Sevilla, fue maestro de Capilla en las catedrales de Ávila, Plasencia y finalmente Málaga. Destaca por la composición de misas, motetes y magnificats.

Os invito a que escuchéis la  Missa Gaude Barbara, obra menos conocida pero no por ello menos bella, pensada en este caso para la celebración del Corpus Christi en la catedral de México a finales del s. XVI, y presentada por el conjunto «Indiorum» para cuatro voces y órgano.

La técnica, unificada bajo la conducción de Clariá, el color y los registros de las voces son perfectos para esta música que fluye con total naturalidad en la acústica de la cripta donde fue grabada.

Carlos J. Fernández Cobo

Compártelo ...

Razón y fe en el Camino

En el Camino reflexionamos sobre el sentido de la vida, nuestros ideales, la fe. Alguien que se distinguió por unir la razón a la fe fue el gran santo Tomás de Aquino, a quienes sus jóvenes compañeros lo llamaban el “buey mudo”. Un día san Alberto Magno cogió sus apuntes, al leerlos, dijo a los estudiantes: “Vosotros lo llamáis el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero”.

Continuar leyendo «Razón y fe en el Camino»

Compártelo ...

10. El Señor es mi pastor

Tema publicado con la autorización de Nico Montero

El dolor, que es parte de la vida, nos golpea a veces con saña, dejándonos una huella profunda: el corazón arañado, los sueños hechos añicos, la soledad, el olvido… la vida que se escapa.

Pero, aunque el tiempo parezca tu enemigo y el miedo muerda la memoria, hay que asumir la propia historia sin rendirse, incluso con sus horas oscuras; reconciliarse con ellas y seguir caminando.

Toca entonces recordar «de Quién nos hemos fiado«: el único que nos conoce en lo profundo y sigue apostando por nosotros. Y experimentar su PROVIDENCIA, esa que -agotadas las fuerzas- aparece para hacer rebosar nuestra copa y nuestra esperanza.

Y reconocer en lo profundo, con la pasión del salmista, que «nada me falta«.

Susana Melero Leal

Compártelo ...