Santo Domingo de la Calzada, constructor de puentes

El nombre de santo Domingo de la Calzada procede de su fundador Domingo García, que entre otras construyó allí, a mediados del siglo XI, un puente para hacer seguro el cruce del río, un hospital y un albergue de peregrinos, para facilitar con ello el peregrinaje del Camino de Santiago a su paso por la localidad.

El puente ha sido escenario de varios milagros ocurridos en Santo Domingo, como el que se recuerda cada 11 de mayo con la procesión de la rueda: “Un peregrino que dormía a la entrada del puente es atropellado por un carro cargado de piedras que era arrastrado por un par de novillos que se habían descarriado. El santo intervino para devolverle la vida”. Actualmente y tras muchas reparaciones tiene una longitud de 148 metros y dieciséis arcos.

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26. Resucitar

Tema publicado con la autorización de «Jesús Cabello»

«Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis como os dijo» (Mc 16, 7)

Porque necesitamos volver a casa, a los caminos conocidos, a los lugares de siempre para ser capaces de descubrir, al mirar con ojos nuevos, lo extraordinario en lo ordinario; lo trascendente que se esconde detrás de las cosas corrientes. Si vivimos resucitados, el cotidiano se ilumina y se nos revela con una belleza insospechada y los gestos rutinarios se llenan de sentido: se nos llama por nuestro nombre, renovamos con ardor el asombro de los comienzos, se parte y reparte el pan…

Aunque no vemos en persona al Maestro, lo reconocemos en cada gesto de justicia y bondad. Y, más allá de bienestares individualistas, sentimos su paz prójima señoreando a nuestro alrededor, descongelando témpanos de silencio o atravesando temporales.

«El encuentro con el Resucitado transforma nuestra vida, la transfigura, pero no nos saca de ella. Nos salva dentro, no fuera de nosotros. El que es Camino, Verdad y Vida nos pone en camino hacia nuestra verdad profunda para llenarla de vida.» (Patricia Noya, cd)

Susana Melero Leal

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